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lunes, 25 de mayo de 2015

USK en la Casa Golferichs

El sábado por la mañana nos juntamos los habituales de todas las semanas cerca de las 11 h para ponernos una vez más a reflejar nuestro entorno, cada uno con su estilo y a su manera. En esta ocasión, el motivo para llenar nuestros cuadernos lo puso la Casa Golferichs, ahora reconvertida a cento cívico, dónde por cierto daba yo mis clases de figura humana con Xanu, el colega de Esteve en los Insectotròpics (y fuera de ellos). La casa es un espectáculo, con los tejados de madera y unas formas cuando menos curiosas. Antonio nos comentó la temática del ejercicio, a saber, hacer una mancha de color y a partir de ella construir con la línea para después volver a dar color en las áreas que fuera necesario.
Tras encontrar el mejor ángulo (cosa que no es fácil: no hay que tener en cuenta solamente la parte que se quiere reflejar, sino que también se tiene que combinar con el resto del cuaderno, y es por ello que esta vez pasé del contrapicado porque ya lo había hecho el día anterior y no quería ser repetitivo, e incluso omití la deformacióncausada por el punto de fuga hacia arriba para crear un ritmo entre todos los dibujos); decía que tras encontrar el mejor ángulo, dispuse mi silla (comprada en la sección de caza y pesca de unos famosos almacenes) y empecé la "tarea". Fue intenso, pero decidí tomármelo con calma. No obstante en algún momento parecí perder el norte porque estaba haciendo un dibujo a la acuarela sin líneas y este no era el ejercicio acordado. Me lo recordó Antonio: se trataba de hacer manchas de color que situasen los volúmenes principales y luego continuar con el rotulador. En algún momento volvía a la senda correcta ;) y empezó el baile de líneas: unas más gruesas para el primer plano (con el rotulador 0.8 mm); unas más finas para el plano intermedio (con el 0.4 mm) y por último unas finiiiitas con el 0.1 mm, que corresponden  la zona del fondo. Es increíble cómo un recurso tan sencillo puede realmente ayudar a diferenciar los planos y cómo da más protagonismo a unas cosas que a otras.
Por encima de este trabajo, apliqué unas nuevas manchas de acuarela que se ajustasen a las formas. Y se me ocurrió hacer una cosa que resultó ser un gran acierto: Ya que había una fachada más iluminada que la otra, en primer lugar dejé esta zona en blanco, representando la máxima luz y después pensé que para continuar con este efecto, utilicé el rotulador color sepia, dando a entender que debido al sol, estas líneas carecen de la contundencia de las que están presentes en la fachada de la izquierda. El resultado, lo podéis juzgar vosotros mismos:

 
Para mí, es uno de los mejores que he hecho en este trimestre por el uso precisamente de diferentes tonos de línea y por la separación entre planos. Con esto terminé el anverso del cuaderno japonés, que está quedando muy chulo. ¡Ahora ya sólo queda el reverso!
 
¡Hasta el próximo sábado Urban Sketchers!
 

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